topbella

martes, 29 de noviembre de 2011

Letras ocultas

Hay letras ocultas aquí
Son aquellas que nunca salen del tintero,
Las que cuentan la historia escondida de los cuentos de hadas,
De los amaneceres vacíos
Y del instinto de soledad

 Hay letras que jamás se escriben
Aquellas que hablan de los amantes silenciosos
Y de sus pericias para esconder su pasión
De las palabras retenidas por teléfono
Que se pierden entre el golpeteo de la lluvia de España
Son aquellas del sexo reprimido entre las almas
Cuando no se les permite amar
De las mieles que intercambian los amantes
De las que muestran la luz cuando tus letras desnudan mis sueños.

Son los espacios en blanco de mis sentimientos hacia ti
Mis lagrimas de alegría cada vez que te escribo
Las musas escondidas que asemejan tus manos entrelazadas
Que solo existen en mis sueños
Que están tan lejanas como la luna.

Hay letras sin sonido
Que callan justo al momento del amanecer
Que se ocultan en los versos de Sabines
En las notas de Joaquín
Y en mis frases hacia ti.

Hay tantos tipos de letras cuando te siento aquí
A mi lado
Solo en mi imaginación
Cuando te siento respirar junto a mí
Cuando peleas a mi lado por un nuevo futuro
Por un nuevo sol libre de los malos recuerdos
Y así destruir los muros invisibles de la soledad.

Hay letras que brillan
Que su luz transforma la mañana
Que buscan en tu voz mi sonrisa
Que buscan en mis manos el hacerte un mundo mejor.

Son las letras de las hijas de Eva
De las musas de Aute
Son las letras en las que refugio mi querer
En las que se esconden las sombras del amor
Listas y acechantes para atacarnos en el peor
O tal vez en el mejor momento de nuestras vidas.

Son las que se ocultan en tus letras
Son las que espero para ti
Son las que quiero para mí.

Letras ocultas 

Adiós, mi compañero

Si me pregunta el rayo de la luna
Dónde están tus profundos ojos negros,
Responderé que hay dos estrellas nuevas:
Adiós, mi compañero.
El trueno explotará en las soledades
De las lluviosas noches del invierno
Sin hallar tu ladrido por respuesta:
Adiós, mi compañero.
Las cuevas de tu oído se cerraron
A los sonidos, y te amó el silencio,
Y el silencio final hoy te arrebata:
Adiós, mi compañero.
Se derramó mi gozo en tu alegría
Convirtiendo mis juegos en tu juego,
Y mi caricia leve en tu lamida:
Adiós, mi compañero.
Y cuando la serpiente del dolor
Enroscó los anillos en tu cuerpo,
Mi sufrimiento fue al compás del tuyo:
Adiós, mi compañero.
Aunque te hice partir, no hubo abandono,
Mi mano en tí hasta el último momento,
Y aún hoy mi llanto como aquel instante:
Adiós, mi compañero.
Sé que en las tardes buscaré tu espalda,
Y a mis pies sólo habrá un soplo de viento
Que me dirá que pasas de visita:
Adiós, mi compañero.
Y sé también que libremente corres
Por un mundo mejor, campos abiertos,
Con aquellos que se te adelantaron:
Adiós, mi compañero.
Desde las altas torres de la aurora
Hasta las ruinas del ocaso en sueños,
Trotarás las estepas de las nubes:
Adiós, mi compañero.
Y en ocasiones detendrás el paso
Como si oyeras un rumor de lejos;
No es más que mi recuerdo que te añora:
Adiós, mi fiel, mi alegre compañero. 


 

Acurrucados

Acurrucados entre sábanas blancas,
Mi espalda cobijada en tu vientre,
Mi pelo enredado por tu barba,
Me jurabas amor para siempre.
Estábamos aprendiendo la culminación de dos almas,
La fundición en una sola;
Quizás para no perdernos,
Darnos cuenta que valió la pena la espera.
Y hoy... ¡si supieras que tristeza
Cuando salía del pueblo!
Mi corazón encogido de dolor y de congoja;
Un manantial de lágrimas
Amenazando en mis ojos;
Si supieras... ¡Cuanto te iba a echar de menos!
El camino de vuelta es una eternidad sin ti
Cada Kilómetro que recorre el coche
Es un trozo de estela
Que mi alegría deja atrás.
Cada vuelta de rueda
Aprieta más este nudo
Que a mi garganta estrecha,
Cada acelerón vacía un poco más mi alma.
No sé como tengo ánimos
Como me siento capaz...
Como mirarme en tus poesías
Escritas para mis ojos y mis labios.
Sólo quiero estar a tu lado
Esta noche, arrullarte acariciarte, amarte.
No deseo que me enseñes palabras,
Sólo quiero besarte.
No quiero poesías esta noche.
Solo quiero dibujarte en mi piel
No quiero que me llames cariño
Sólo quiero… fundirme contigo.

Llegaste a mis sentidos


 Llegaste en la noche desplomada a recorrer mis sentidos.
  Miraste a través de mis ojos la herida callada.
  El pergamino antiguo de mis manos desvanecidas,
 Definitivamente la leyenda a través de mi mirada.
 Llegaste a tocar con mis manos la razón que en ti y en mi se   detiene,
 El gozo perdido que dejó derramando una lágrima,
 Pidiendo a la noche que devolviera la luz,
 Y al insomnio que escondiera su cabeza desnuda en la tierra       mojada.
¡Qué impalpables caminos por ti recorriera!
¡Qué enjambre de besos fluidos, ofreciera en la noche más calma!
Llegaste a escuchar con mi oído, el decrépito sonido de la hoja que tras de los años canta.
Pudiste detener el sonido de un beso, en el inmóvil momento que provoca su canto.
Escuchar a través de mi oído, la magia.
¡Qué necio el tiempo que evoca el recuerdo, la carne!
Ya la memoria no guarda la brisa y borra del olfato el olor de las rosas tempranas.
¡Me subyuga el olor, que quisiera prenderte!
¡El olor tempranero a que huele la hogaza.
Hoy has vuelto a saborear mis sentidos, mi tacto, mi vista, mi olfato, mi gusto, mi oído.
¡Tantos intensos sentidos, tantas entrañables palabras!


Poema de Carmela Rey

lunes, 28 de noviembre de 2011

Lo demás


         
Si tuviera que contarte mis anhelos.
Si tuviera que contarte mi vida.
Solo sabrias que te quiero
Y que todo lo demás es mentira.

Toda mi vida está llena de cosas
Sin verdad y sin lógica
Apartarme de ti fue lo más difícil
Que tuve que cumplir sin quererlo.

Como decirte que te quiero
Si solo son palabras vanas
Y ninguna de ellas alcanza
La profundidad de mi alma.

Como decirte que nada importa
Solo tú en la distancia
Me revelas la plenitud,
La felicidad sin calma.

Amor mío vuelve pronto
Amor mío te desespero
Nada me complace
Nada me entusiasma
Solo tú,  tu risa y tu mirada
Llenan mi vida de alianza. 

Beber de tu boca 
Mirar de tus ojos
Sufrir de tu piel
Volverme contigo loca.

Solo tus guiños me arrebatan del enojo,
Solo tu vida es la mía
Solo a ti pertenezco
Todo lo demás
Es mentira...

Lo demás 

Un día de levante

   
 Me conformo con tan poca cosa,
Un pañuelo en mi corazón.

No puedo tener tanta suerte,
Ya no hay remedio, ni vuelva atrás,
Una suerte entre un millón.

Mi alma perdida por fin encontrada.
Algo que me revolotea
Y tu fragancia de nuevo me llena.

Me enamoré de ese hombre
En un día de levante.

En su alma me tiene enganchada
Como un rezón o como un ancla;
Engañando a mi ser convencional
Me manipula, y yo … me dejo llevar

Acordándome toda la noche me tiene,
Pero muy lejos; lejos, pero de nadie.
Y yo estoy  de la amargura a la esperanza,
A la realidad tan brillante como soles.

Su imagen de ese día de levante,
Ni en el mejor de mis sueños
Tuve potestad para soñar con ello.

No pudo ser este amor más grande.
Tan cerca, tanta energía me ha dado,
La rebeldía, la anarquía que siempre he anhelado
Para que comprendiera que todavía soy una niña.
Y en mi esencia me ha regalado
El trozo de alma que me faltaba.

Te quiero como eres ahora.
Entre sábanas de blanca seda,
Que siempre estés presente,
Que cada día sea un aprender constante,
Que me enseñes y me sorprendas,
Siempre morir de verdad.

Que cada día te abrace más fuerte,
Que nuestros corazones se mezclen.
Solo quiero,
Y tú lo sabes...
Estar abrazada a ti eternamente...

Un día de levante 

Datos personales